Esta hermosa residencia esta ubicada al norte de Montreal, dentro de un bosque denso, el diseño hace que la casa se entrelace con la apariencia del medio ambiente. Nathalie Thibodeau Architecte diseñó esta casa en la colina, juega con largas líneas verticales, y utiliza dos grandes ventanas y un patio cubierto.
El interior hace hincapié en la verticalidad de la ubicación. Las paredes blancas llaman la atención al contraste con las líneas negras largas de los marcos de las ventanas. El arquitecto describe las ventanas como «cuadros vivos, ya que gracias a ellas la monumentalidad del entorno puede ser apreciado.» Un gran patio, cubierto, conectado a la cocina ofrece un espacio adicional para disfrutar de actividades al aire libre y un escenario perfecto para cenas de verano.
Una escalera de madera y metal conecta al segundo piso de la casa.
Visto en Freshome.